Dios te salve te cantamos
cuando despierta la aurora,
Dios te salve te rezamos
a ti divina pastora.
Porque siendo Reina y Madre
bajaste a la rocina,
un chaparro fue tu trono
y una rosa tus mejillas.
Tú eres el suave Rocío,
Tú eres la esperanza nuestra,
Madre de los afligidos
eres fuente de pureza.
Eres como un baluarte,
eres paloma del cielo,
eres la Fe y la Esperanza,
alivio para el rociero.
Yo quisiera Madre mía
que el calor de tu mirada
alivie esta pena mía
y me concedas tu gracia.
La hermandad de San Antonio
a su Divina Pastora,
le pedimos por nosotros
que nos guíe a todas horas.
Y te pedimos señora
del Rocío Madre y Reina,
bendición para tu pueblo
cuando cruza las arenas.
Préstanos una mijilla
al Pastorcillo divino,
pa que guíe nuestro sendero,
pa que guíe nuestro camino.
Autor: Don Luciano García Cano